martes, 22 de abril de 2008

Presentación de Tigre callado escribe poesía

Con libros como Tigre callado escribe poesía, Ediciones El Naranjo alimenta la fabulación, y al mismo tiempo presenta al niño historias mágicas plenas de belleza y de sentido existencial, para nutrir así su fantasía, ayudándolo a buscar la respuesta a las grandes preguntas, a abrir, en fin, las puertas a la imaginación y a la creatividad infantil.

Tigre callado escribe poesía de Monique Zepeda e ilustrado por Julián Cicero es una viaje al mundo infantil a través de textos que versan sobre las emociones, las sensaciones y los recuerdos: el miedo, la soledad, el amor, la vida, la muerte, los adultos. Con profundas y, a la vez, sencillas metáforas e ilustraciones sugerentes introduce a los pequeños lectores en la reflexión sobre sí mismos y su relación con el mundo.

Tigre callado escribe poesía explora algunos de los asuntos que subyacen en el mundo infantil, lleno de incertidumbres y adversidades. La sonoridad de las estrofas, la flexibilidad de los versos, el sentido de las palabras penetran en el mundo interior de los niños, en sus afectos, sentimientos y sensaciones. Su intención no es aleccionar ni mostrar el camino, sino conmover al niño y acompañarlo en esa difícil tarea de entender y enfrentar el mundo que lo rodea.

Tigre callado escribe poesía muestra a los niños lo que se puede decir o transmitir a través de las palabras; que existen otras posibilidades de lectura, una lectura que les diga algo, que hable de lo que viven o lo que piensan, que los acerque a su cotidianidad y al conocimiento y, al mismo tiempo, incentive su imaginación.

Para Monique Zepeda escribir es una ocupación sumamente placentera, que ha enriquecido con su trabajo como psicopedagoga: “La cercanía que tengo con los niños me ha inspirado para recrear historias con temas que a ellos les interesan, les gustan, les inquietan o les intrigan”.

A Julián Cicero lo que más le gusta es ilustrar libros infantiles, porque cuando lo hace deja volar su imaginación. Últimamente descubrió sus habilidades histriónicas y está incursionando en el mundo del teatro para niños.

Ediciones El Naranjo para la presentación de Tigre callado escribe poesía ha preparado un espectáculo con Julián y Los Makusos, que escenificará algunos textos del libro.

Viernes 25 de abril, a las 18:00 horas,
en la Galería de Arte Luis Cardoza y Aragón,
de la Librería Rosario Castellanos,
Fondo de Cultura Económica

Tamaulipas 202, esquina Benjamín Hill
Colonia Condesa, México, D. F.

lunes, 21 de abril de 2008

Presentación Tigre callado escribe poesía


Publicaciones infantiles del CNCA

Por Armando Ponce

17 Marzo 2008

Una buena andanada de libros infantiles entrega Conaculta para recibir la primavera en diversas colecciones.
Con ello, sin duda, se enriquece el horizonte de la lectura para los niños mexicanos.
Si la Biblioteca José Vasconcelos resultó un fracaso como desde su anuncio lo vaticinaron destacados
especialistas del medio cultural, y el programa Hacia un país de lectores se desdibujó con ello
sensiblemente, la nueva administración de Sergio Vela ha intentado resarcir los daños en ese terreno.
Primero, cerrando la ‘megabiblioteca’; segundo, dando continuidad a las series narrativas ilustradas
para párvulos y adolescentes.

Destaca la colección CNCA-Alas y Raíces a los niños/Ediciones El Naranjo, pues con textos de
Antonio Granados e ilustraciones de Juan Gedovius, ¿Qué es esto? y Dos círculos centrados de
Alejandro Magallanes, representan el juego de la imaginación, los colores y la estimulación visual
dedicado a preescolares, todo mediante objetos o simples figuras aritméticas; la idea es adivinar en
qué se convierte con un poco de color. Con sus hojas de cartón grueso, estos pequeños volúmenes
cuadrados resultan fácilmente manipulables para los pequeñitos…

Para revisar la nota completa, visita la página:
http://www.proceso.com.mx/columna.html?col=9&nta=57852&ncol=adelanto+de+libr

viernes, 1 de febrero de 2008

Catálogo 2008

Ahora puedes ver nuestro catálogo en línea:

Ángel Campos en El Financiero





Ángel Campos, ilustrador de Descifrar el cielo. La astronomía en Mesoamérica, habló con El Financiero, sobre su trabajo para esta edición.




Nota completa en:

 http://impreso.elfinanciero.com.mx/pages/Resultados.aspx?txtNumeroPagina=1&txtTamanioPagina=10&blnBusquedaHistorica=yes&txtPalabraClave=descifrar+el+cielo&txtdesde=2008%2F01%2F04&txtHasta=2008%2F01%2F04&chkSeccion=12

Presentación de Ariles y más ariles

martes, 8 de enero de 2008

Periódico de Poesía

Periódico de Poesía, Espacio Infantil, UNAM, Número 4, diciembre 2007
http://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=140&Itemid=76

“Universo de palabras”
Eduardo Carrera,
Ediciones El Naranjo, México, 2007

Por Jorge Elías Priani
Decir que todos llevamos un niño por dentro es un lugar común que confirma el carácter represivo de nuestra transformación en adultos. Casi todos recuerdan su infancia con nostalgia y aún existen algunos desgraciados que aseveran que aquélla fue la etapa más feliz de sus vidas, pues en ella eran libres (es decir, irresponsables), indiferentes al dolor y la opinión ajenos, cómodamente supersticiosos e ignorantes de casi todo. Por lo recién escrito considero la niñez como algo deleznable que es preciso superar con prisa y sin añoranza. Sin embargo, hace poco conocí un poemario escrito por Eduardo Carrera e ilustrado por Cecilia Varela, y en cuya contraportada advertía: “A partir de 6 años”. Como no encontré otro límite (“Para menores de 40 años”, por ejemplo), decidí leer.

Al abrir el libro encontré el dibujo de un niño que pesca la palabra “Universo” entre algunos peces que nadan alrededor de la luna. Era éste el título del primero de los cuatro apartados del poemario. En “Luna”, el poeta dice con sencillez que ella viene “para llegar y quedarse/ iluminando los sueños.” Y de los sueños dice en el poema “Sueños” (título del segundo apartado) que “son también los ventanales/ para mirar hacia adentro”. Pero no son sólo palabras; la ilustración de “Sueños”, con sus aves, su sombra de ratón que corre como niño y su pintura de cielo escurrido, nos invita a gozar con la mirada y a leer el texto que tan hermoso disparate ha propiciado.

El tercer y cuarto apartados (“Con mis alas de papel” y “Bichos confidentes”) incluyen poemas cuyo “yo poético” pertenece a los animales. Cada bicho nos habla con la voz prestada del poeta (y no al revés) para hacernos cómplices de su naturaleza tan cercana a la nuestra. El cocodrilo nos pregunta con inocente lucidez: “¿por qué si hay tanto mecate/ usan mi piel para cintos?”. En “La rana Filomena” vemos un anfibio cantar desde un plato de sopa y confesar: “En el agua yo he nacido,/ fui soprano de repente”. La humanización de los bichos ayuda a simpatizar con ellos y adquirir conciencia ecologista. Cito, por ejemplo, una cuarteta de “Murciélago Pancho”:

Pues claro que me divierto
pero luego se me olvida,
es que gozo la vida
sólo cuando estoy despierto.

Los animales cantan y por eso celebro que Carrera haya medido y rimado sus versos, pues el niño (supuesto lector ideal de este poemario) descubrirá que hay música en las palabras y no sólo en los videojuegos o las atroces canciones de la botarga Barney.

El dibujo que acompaña “Puerto Mascotas” es mi preferido: dos islas, el mar, la luna, palmeras, la noche y un simio viajero y solitario. El propósito de ilustrar estos poemas es claro y eficaz: crear una puerta estética que nos conduzca al universo lingüístico de la poesía. En un tiempo en que se acusa a los poetas de hermetismo y cacofonía, “Universo de palabras” es agradable por su sencilla belleza (tanto visual como lingüística). No es obligatorio buscar en todo poema una profunda inmersión en la subjetividad humana o una prolífica ambigüedad semiótica. A veces basta con echar una mirada juguetona al “Cielo”, a una “Luciérnaga” o a “La noche” para que nos asombre esa hermosura tan superficial y cotidiana que solemos olvidar al ser adultos. “Universo de palabras” es un libro fácil, y este juicio casi nunca es un elogio. Puesto que no tengo hijos, he pensado en secuestrar a un niño y someterlo a la lectura de este libro. Creo que él lo disfrutaría. Mientras imagino los pasos necesarios para cometer impunemente el dicho crimen, el niño amordazado que llevo dentro está sonriendo sin saber por qué.